Corazón delator. Edgar Allan Poe.
"¡Es verdad!. Soy muy nervioso, horrorosamente nervioso. Siempre lo fui. Pero. ¿por qué pretendeis que estoy loco?. La enfermedad ha terminado por agudizar mis sentidos, sin destruirlos ni embotarlos. Tenía el oído muy fino, nadie le igualaba, he escuchado todas las cosas del cielo y de la tierra, y no pocas del infierno. ¿Cómo he de estar loco?
Amaba al buen anciano, pues jamás me había hecho daño alguno, ni menos insultado. No envidiaba su oro, pero en sí tenia algo desagradable.
¡Era uno de sus ojos, sí, eso es! Asemejábase al de un buitre y tenía el color azul pálido. Cada vez que este oo fijaba en mí su mirada, se me helaba la sangre en las venas y lentamente, por grados, comenzó a germinar en mi cerebro la idea de arrancar la vida al viejo a fin de librarme para siempre de aquel ojo que me molestaba..."
El gato negro. Edgar Allan Poe.
"Ni espero ni solicito crédito por la historia extraordinaria y, sin embargo más familiar que voy a referir. Tratándose de una caso en el que mis sentidos se niegan a aceptar su propia evidencia, yo debería estar realmente loco si así lo creyese.
Sin embargo, no estoy loco y con toda seguridad no estoy soñando. Pero mañana puedo morir y quisiera hoy aliviar la carga de mi espirítu.
Mi inmediato deseo es mostrar al mundo, de forma clara suscinta y sin comentarios, una serie de simples acontecimientos domésticos, que por sus consecuencias, me han aterrorizado, torturado y destruido"
"¡Es verdad!. Soy muy nervioso, horrorosamente nervioso. Siempre lo fui. Pero. ¿por qué pretendeis que estoy loco?. La enfermedad ha terminado por agudizar mis sentidos, sin destruirlos ni embotarlos. Tenía el oído muy fino, nadie le igualaba, he escuchado todas las cosas del cielo y de la tierra, y no pocas del infierno. ¿Cómo he de estar loco?
Amaba al buen anciano, pues jamás me había hecho daño alguno, ni menos insultado. No envidiaba su oro, pero en sí tenia algo desagradable.
¡Era uno de sus ojos, sí, eso es! Asemejábase al de un buitre y tenía el color azul pálido. Cada vez que este oo fijaba en mí su mirada, se me helaba la sangre en las venas y lentamente, por grados, comenzó a germinar en mi cerebro la idea de arrancar la vida al viejo a fin de librarme para siempre de aquel ojo que me molestaba..."
El gato negro. Edgar Allan Poe.
"Ni espero ni solicito crédito por la historia extraordinaria y, sin embargo más familiar que voy a referir. Tratándose de una caso en el que mis sentidos se niegan a aceptar su propia evidencia, yo debería estar realmente loco si así lo creyese.
Sin embargo, no estoy loco y con toda seguridad no estoy soñando. Pero mañana puedo morir y quisiera hoy aliviar la carga de mi espirítu.
Mi inmediato deseo es mostrar al mundo, de forma clara suscinta y sin comentarios, una serie de simples acontecimientos domésticos, que por sus consecuencias, me han aterrorizado, torturado y destruido"
Esta muy interesante el blog no tan extensoo y concreto .Igual me encanta edgar allan poe !!
ResponderEliminarFelicitacioness!!
Dalia